El rodillo de pintura es un instrumento que se utiliza para pintar paredes y otras superficies. Consiste en un rollo de material absorbente que gira sobre un eje depositando la pintura sobre una determinada superficie.
El rodillo es ideal para pintar grandes superficies, ya que nos permite ahorrar bastante tiempo. Este tipo de elemento, propone un resultado parejo, sin las rayas que pueden presentarse ante el uso de pinceles de cerdas. El rodillo puede estar fabricado con pelo o espuma y también nos brinda la oportunidad de prolongar el largo de su mango a través de una extensión. Este nos permitirá acceder a superficies altas.
Su uso es muy sencillo, se trata solo de impregnarlo de la pintura que vamos a utilizar y luego pasarlos sobre la superficie que deseamos cubrir. Con cuidado, debemos cargar el rodillo en la bandeja o cubeta, haciéndolo rodar dentro de la misma para que se moje toda la superficie. Luego, retiramos el exceso de pintura pasando el rodillo sobre la rejilla o zona texturizada de la bandeja. Finalmente, se desliza por la pared de manera homogénea. Tras su uso la pared debe quedar con un color uniforme y sin presentar vacíos o burbujas. Para hacer un buen uso del rodillo, se recomienda: Limpiarlo con agua o solvente después de cada uso.
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